Nuestros Espónsors

Muertos sobre la ARENA.

Tema en 'Circulación y Seguridad Vial' comenzado por Albercien, 3/10/10.

  1. Albercien

    Albercien Driver Ombudsman

    Se incorporó:
    16/12/06
    Mensajes:
    8.833
    Me gusta recibidos:
    103
    http://www.elantirradar.com/Entrada/tabid/61/smid/384/ArticleID/64/reftab/40/Default.aspx

    De cómo la mejora en la recogida de datos de siniestralidad supone que cada vez tengamos menos y peor información. La DGT sustrae al conocimiento de la opinión pública muchísima información cuya difusión sería vital para mejorar la seguridad en nuestras carreteras. Desde muertos que no aparecen, lo que constituye una gravísima manipulación, hasta utilización de datos incorrectos para comparar la siniestralidad con la del resto de los países de Europa, la operativa informativa de Interior y la DGT pasará a la historia, antes o después, como la más grande moto jamás vendida a los españoles.

    ARENA es la denominación del sistema de recogida y tratamiento de información de accidentes, puesto en marcha en el año 2006, casi coincidiendo con la entrada en vigor del carné por puntos. Yo he visto cómo funciona, y lo que más me ha llamado la atención es la enorme cantidad de información en tiempo real de que ofrece, esa que luego nos proporcionan resumidita como datos provisionales. Y ve uno el ARENA y ve que a las cifras oficiales le faltan víctimas: son los muertos sobre la ARENA.

    Sólo echando un vistazo bastante somero a los datos de ARENA correspondientes al año 2008 encontramos 43 fallecidos que no han sido incluidos en las cifras de cierre del año por haber muerto en travesías de carretera, esto es, en las carreteras cuando pasan por los pueblos. No son zona urbana, puesto que el propio sistema ARENA guarda un epígrafe específico para estos muertos. Así que deben incorporarse a las estadísticas provisionales, esas que sirven para hacer titulares de prensa, porque las cifras definitivas, las que de verdad nos dicen si lo hacemos bien o mal, o dónde podemos mejorar, no las quiere nadie. Y aunque las quisiera le iba a dar igual, porque la DGT las entrega con tal demora que su interés informativo queda diluido por completo. Será por eso que se hace así. Y, en todo caso, tampoco en las cifras definitivas aparece epígrafe algunos con los muertos en travesías que no sean peatones. Vamos, que se caen de la estadística para ser recogidos por la ignominia.

    Pero también en el paso de cifras provisionales a definitivas hay truco. La DGT se escuda en la complejidad de la elaboración del anuario estadístico sobre accidentes de tráfico para dar sólo datos provisionales, cuando la realidad es que prácticamente en el cierre del año las gentes de Pere Navarro cuentan con cifras definitivas. Se nos dice que tienen que hacer seguimiento de heridos a 30 días, que recibir datos de hospitales y de municipios para completar las cifras, pero es falso. Ningún hospital envía datos de heridos que luego fallecen, ni de su evolución, ni de nada. Así que muchísimos heridos que fallecen en el hospital se quedan en la estadística como heridos, porque los equipos de atestados no tienen capacidad material para realizar el seguimiento de todos los heridos graves. En realidad, casi puede afirmarse que los muertos de nuestras estadística son, en el 99% de los casos, muertos en el acto.

    En el sistema ARENA los equipos de atestados de Guardia Civil y de aquellos ayuntamientos que están adheridos y que tienen acceso a la aplicación informática introducen los datos de los accidentes. Ese sistema tiene un cierre mensual donde constan accidentes en carretera, en zona urbana y en travesías. No hay más fuentes de recogida de información que esa. Repito NO HAY OTRA FUENTE DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN.

    ¿Cómo se pasa, entonces, de la cifra “provisional” a la “definitiva”? Pues aplicando un sencillo factor multiplicador que se supone que es revisado de cuando en cuando.

    ¿Qué quiere decir todo esto? Que cuando Interior y la DGT ofrecen sus informes sobre siniestralidad lo hacen con los mencionados datos “provisionales”, que no son otra cosa que los datos del ARENA para el periodo en curso, eso sí, quitando muchísima información importante. Así, se nos ofrece únicamente el dato de accidentes con víctimas mortales, número de muertos y heridos graves en esos accidentes (a eso lo llaman “accidentalidad”, palabro que debe de referirse a la siniestralidad con víctimas mortales). Y sólo en carretera, nada de travesías ni de zona urbana, pese a que TIENEN el dato. ¿Qué información debería sernos proporcionada, además? Pues la básica, a saber:

    - Número total de accidentes con daños. Sólo, como digo, nos proporcionan el número de accidentes mortales. Si de verdad comprobamos el total de los accidentes veremos que apenas ha variado en los últimos seis años.

    - Heridos graves y leves, en el total de los accidentes. Ahora sólo nos proporcionan la cifra de los heridos graves en los accidentes mortales. Si se diese la cifra real, hablaríamos de más de 10.000 personas que se están quedando fuera de las estadísticas. Personas que en muchos casos tendrán secuelas de por vida. No se cuentan.

    - Accidentes en travesías de carretera. Número total, con muertos y heridos.

    - Accidentes en zona urbana. Al menos de los municipios adheridos al sistema. Si hablamos de cifras provisionales, bien podrían incluirse, ¿no?

    Y, por supuesto, las carreteras más conflictivas, el tipo de vía en que se ha producido el siniestro… y un etcétera bastante extenso.

    Ahora, ¿qué pasaría si esa información se proporcionase? Oh, mamma mia, que las cifras no serían tan bonitas. Para eso tenemos el ARENA, queridos súbditos, digo, ciudadanos. Y, sobre todo, de cara al titular que más feliz hace a Pere Navarro, aquél en que se ensalza la labor de España en la lucha contra la siniestralidad vial en comparación con el resto de los países de Europa. Y aquí viene la segunda gran trampa.

    Llevamos dos años viendo notas de Prensa de la DGT en la que se repite una y otra vez que el descenso de muertos ha logrado que España cumpla antes del plazo fijado el objetivo de reducción de víctimas de la UE. Cualquiera puede verlo en la web de la DGT. Pasa que estas comparaciones… ¡se establecen sobre los datos provisionales, capados, e incompletos, que se ofrecen a los medios! Bien lo saben Interior y la DGT; bien saben que no pueden establecer comparaciones de descensos de siniestralidad con datos provisionales. Pero, total, los medios se lo tragan todo, así que cada cucharada, con el doble de sopa que la anterior. La comparación estadística con el resto de los países de Europa hay que hacerla con datos definitivos a 30 días. Que, dicho sea de paso, para eso se estableció tal criterio.

    Pero como resulta que aquí tardamos tantísimo en elaborar las cifras definitivas, a veces nos pilla el toro y corremos el riesgo de no salir en la foto. Así sucedió la pasada primavera, en que había que elaborar el ranking de descenso de siniestralidad (ese en el que España quedó en segundo lugar), y no había (se supone) información definitiva. Pues nada, no pasa nada. El subsecretario de Interior, Justo Zambrana, fue el encargado de anunciar la entrega de esa información, desvelando un dato “definitivo provisional” que sirviese para la comparativa. Vamos, un dato inventado, falso, inservible a efectos de comparación estadística. Como otros tantísimos que llenan los periódicos y cuya procedencia es Interior o la DGT, en lo relativo a la siniestralidad vial.

    Por supuesto, todo esto sin tener en cuenta cambios de criterio en la contabilización de víctimas, pocas veces entregados por escrito a las Comandancias, o cambios reversibles en función de cómo sople el aire; cambios que cualquier Guardia sabe pero que nunca se podrán acreditar por escrito. Bueno, casi nunca.

    Hablamos de personas, muertas o heridas, y hablamos de miles de dramas. No hablamos de producción de cacahuetes o de records de turistas. Empecemos a movernos, o echémonos a dormir definitivamente, mientras la ARENA se sigue llenando con muertos cuya existencia se difumina en la olla podrida del fogón estadístico.