8 meses después

Después de ocho meses y 18.000 Km., puedo completar la prueba que puse a vuestra disposición allá por el mes de abril.

Desde entonces he realizado esos mencionados kilómetros, casi exclusivamente por carretera, o autovía para ser más precisos.
Os voy a presentar un balance muy probablemente distinto a los habituales en cualquier prueba, ya sea de revista especializada o de prueba de “estreno”.
Este mío es más que nada un balance burgués y comodón, como creo que se corresponde con el propietario o “usufructuario” del coche.
El coche es cómodo, muy cómodo. Silencioso, amplio, seguro, estable, lujoso e indiscreto. Si quieres viajar relajado, aislado del exterior, salvo por las miradas, (¿de envidia?) de las que eres objeto, de forma segura y confortable, este es tu coche. Y digo una y otra vez coche, porque quienes tenemos este vehículo lo tenemos como gran berlina, para viajar de forma segura e independiente de las condiciones climatológicas o del estado del asfalto.
De campo, nada. La reductora, por supuesto, sin estrenar. Nadie la usa en autovía, ¿o no?.

Delante es amplísimo. El navegador además distrae al acompañante; se puede alejar o acercar el mapa, curiosear y ver el relieve de la zona por la que se circula. El teléfono integrado un lujo imprescindible, efectuar o recibir llamadas es sencillo y cómodo. Las conversaciones se oyen a través de los altavoces, y mantener una charla de todos los pasajeros con nuestro interlocutor es además muy distraído. Pero cuidado, que el otro no diga nada indiscreto que todos los oímos. El sonido del equipo de música muy satisfactorio, oír a María Callas en “Un bel di bedemo” no emociona, pero claro probablemente el coche no es el lugar adecuado para “sentir” la música.

Y atrás un gozo, el asiento un poco corto de banqueta para mi gusto, talla XL obliga. Lástima que no venga con un cojín para los riñones, la edad manda. Con su apoyabrazos enorme uno viaja como un ministro u obispo, a gusto del lector. Pero eso sí, sólo dos personas. La tercera, en el centro, con el túnel de transmisión y la configuración de los asientos y el apoyabrazos, irá más cómoda y sujeta en el maletero que en asiento central. Este coche, tanto o más que otros, independientemente de su anchura está hecho para cuatro pasajeros, ni uno más.

Sigo insistiendo que este es un coche pensado para carretera, con una caja de cambios suave, rápida y confortable, pero ¡ojo! al menor repecho la larga sexta no puede y reduce de velocidad, a quinta o cuarta, depende, salvo que lleves conectado el programador de velocidad, que en este caso se desconecta y debe actuar el conductor. ¡Atención, ingenieros de Porsche!, esto hay que corregirlo.

Y en ciudad, ¿qué?. Todo lo contrario. El coche no es largo, poco más que un Passat. Alto, sí, pero poco más que aquel. Pero ancho, más que ancho, anchísimo, desmedido. Exagerado, en una palabra. Y en los parking uno padece estrés, no cabe, no quepo, no cabemos, ¿qué hago?, me subo en los bordillos, y si lo rozo un drama. No están hechos a la medida del coche, ni siquiera los de reciente construcción. Sus medidas exteriores lo hacen impropio de este hábitat, y sus espejos no favorecen, ayudan mucho eso sí, pero las proporciones exceden todo los recomendable.

El coche es grande. Amplio. Cómodo. Y con un depósito de gasolina, que de forma muy adecuada podemos llamar tanque de combustible. Porque de capacidad no se queja. Eso sí, de cien litros, según anuncian, nada. Como mucho noventa y pocos. ¿ Y para qué tanto “tanque”?. Porque lo necesita. El consumo es alto, muy alto. Viajar a velocidad legal + 20 o 30 Km/h supone un consumo nunca inferior a 15 litros. Y eso a velocidades civilizadas, desahogadas para el motor, porque si sentimos la tentación de oír bramar el motor, aquel consumo puede parecer de mechero.

Y enseguida a cambiar los neumáticos. Échale 20.000 km y gracias. Prepara 1200 euros y hasta la próxima.

En suma, el costo por kilómetro es disuasorio, por no hablar del seguro, a todo riesgo, por supuesto, con su localizador por satélite obligatorio, con cuota anual. Eso sí averías ni una, incidencias, nulas; algún ruidito desesperante en el tablero, que como el Guadiana, con el calor, aparece y desaparece.
Pero a nuestros años, porque no olvidemos, todos los que de verdad tenemos este tipo de coches, despiertos no soñando, ya no cumplimos los cuarenta. Y a ciertas edades, en las que hemos dejado el tabaco porque daña la salud, beber, poco y bueno, Rioja claro, y de lo otro, para qué presumir si hasta el urólogo nos saluda por la calle, ¿qué nos queda?. El coche es una de las pocas satisfacciones que tenemos, y un Porsche es un gustazo. A cierta edad también tenemos derecho a algún capricho.Y este no es un coche, es un Porsche. De verdad.
Gracias.

 

Aquí adjunto el enlace de la prueba publicada hace 8 meses

http://www.soloporsche.com/showthread.php?t=3871

 

SUBLIMEEEEEEEEE...

tanto el dueño como el vehículo... felicidadess...

 

muuy bien currado !! tienes toda la razon,tanto en consumo como en las medidas....en todo !!! yo te apoyo...yo tambien tengo el cayenne S y el consumo medio pone ke son 16,4......pero buahhh,,traga demasiado sin darle mucha caña.muyy buen coche para todo,,para atraer miradas,para viajar por autovia,para todo....

 

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto de un buén relato!

Gracias, tienes más razón que un SANTO"!!!"

 

Gran relato si señor y que sigas disfrutando así de tú Cayenne.

 

Así da gusto comenzar un Viernes.

Al leer los detalles de tu prueba uno se olvida de los problemas del trabajo y de las compras que tenemos que hacer en Navidad.

Suscribo todo lo que dices, escepto que algunos que podemos disfrutar de la sensaciones que tú has compartido, todavía no hemos cumplido 40 ;)

Comparto contigo que conducir un coche de este estilo es más que acelerar en frente de una terraza de verano, o dar largas para que el de delante se aparte y deje paso al rey, para mí es la sensación de tranquilidad que se desprende de su condución y de tener el músculo necesario para cada situación.

Agradezco tu objetividad y solo queda decir :[amen]

/Micky

 

Agradecido

Te agradecemos tus reflexiones todos aquellos que estamos un poco hartos de oir crìticas destructivas sobre el Cayenne: consume mucho, es muy grande, no es un autentico Porsche, contamina un monton, no tiene sentido comprarse este mastodonte, etc, etc, etc.
La verdad es que somos muchos los que compartimos tu misma opinion, y estamos encantados de poder conducir un Cayenne. Por cierto, el puente estuve en Londres, y llegue a ver hasta cinco Cayenne casi seguidos, alli hay un monton, es para flipar.
Solo discrepo en una cosa contigo: el vino, a ser posible, Ribera del Duero.

 

Hola:

Lo has definido muy bien. Es un coche amplio, comodo, silencio, rutero para disfrutar de la carretera.

Una pequeña nota discordante, pueden viajar 5 adultos detras, comodamente, solo como tu dices el del centro, un poco peor. ¨Pero tiene anchura de sobras.

Saludos