impresiones de mi primera experiencia en circuito

hola, he leido el relato de tu experiencia en el circuito y es apasioonante, sobre todo como manejas el tema, anhorabuena, a ver cuando me toca a mi., :[applause]

 

Muy bueno delmonte :[applause]:[applause]:[applause]:[applause]

Se agradecen estas lecturas, Gracias

 

Un relato fabuloso. Espero que sea el primero de una larga serie... Así podremos ver la evolución de un "principiante" y su máquina sobre el asfalto de un circuito, hasta convertirse en el "Rey de la pista".

Mil gracias...:[applause]:[applause]

 

Muchas gracias José María

En coche jamás he entrado a circuito y no se si lo haré cuando me agencie el próximo cacharro, me gusta disfrutar tranquilo y sin la tensión que conlleva ir al límite todo el tiempo.

 

lo has bordao machote

 

Gracias por el relato José María muy interesante, me servirá de mucha ayuda para cuando los que queremos entrar en circuito y aun no hemos tenido la oportunidad lo tengamos muy en cuenta.

Fantástico relato .

 

muchas gracias a todos, me alegro de que os haya gustado... ahora me falta el emoticón como del actor que sale a escena y saluda ;)

saludos!
jm

 

muy interesante... de hecho cuando escribía esto pensaba en tu 968...

¿Podrías darnos más datos de lo que le has hecho a tu 964, así como su coste? Me gustaría hacerme una idea...

un abrazo
jm

 

Tu relato refleja fielmente mis dos experiencias en circuito......... creo que hasta unas cuantas, aaaaaaaaauuuuuuuuuu, se es novato.

Ninguna de las dos fue en Porsche, pero un Z4 M y un 335 I tampoco son moco de pavo.

Con mi 964 me da penita:o

Gracias.:[applause]

 

Gracias por tu fantástico relato, lo he disfrutado desde el principio al fin. :[applause]:[applause]:[applause]:[applause]:[applause]

 

Magnífico relato José María.

Destaco de tu relato lo que más me sorprendió a mí:

"La pérdida de agarre de los neumáticos una vez dadas unas cuantas vueltas es notable, llega un momento que los derrapajes llegan antes y más amplios; no sólo es que nos estemos cargando el dibujo, sino que la temperatura de las gomas sube tanto que empiezan a perder propiedades, que se recuperan en una parte importante una vez dejado reposar el coche."

La primera vez y única que he entrado a circuito fue en Montmeló. Me sorprendió mi coche y me sorprendí a mí mismo por el ritmo que era capaz de llevar. El coche, totalmente predecible y completamente noble y por mí, que era capaz de controlarlo y mantener el ritmo de gente que ya había entrado más veces (sin duda por las bondades del tiptronic y la tracción 4 unido a la electrónica). Apurar frenada en la recta de Montmeló cuando vas a 220 Km/h tiene su intríngulis.

Eso sí, a la tercera vuelta mis neumáticos parecían de plastelina y tuve que bajar el ritmo de una forma brutal. Cuando volvía a alcanzar temperatura más baja en el neumático era capaz de volver a subir el ritmo con solvencia.

Lo más alucinante era en la segunda curva larga de derechas después de la recta en que podía entrar muy fuerte, mantenía la trazada con un apoyo muy fuerte en el lado izquierdo y a la mitad de la curva notar como perdía completamente el grip lateral y ver como la trazada prevista se me abría de golpe hasta que bajaba velocidad y de golpe, con una pequeña transición, volvía a coger grip. :eek: Para mí, alucinante el efecto que tenía la temperatura del neumático en la forma de conducción. Ahí entendía y valoré de verdad el "feeling" de muchos pilotos.

Un saludo.

JuanMa.

 

Gran relato sí señor :[applause] me alegra que disfrutaras tanto.

P.D: cuidado que esto engancha

 

Como siempre es un placer leerte... me encanta lo bién que describes las sensaciones!!!


Para ser tu primera vez, tengo entendido que fuiste a fondo! :D

Un abrazo y hasta pronto!

 

bien hecho, :[applause]:[applause]

 

Muchísimas gracias, Delmonte...

La verdad es que nunca me había planteado lo de entrar en un circuito, pero al leerte... Realmente, transmites entusiasmo... ¡Enhorabuena! :D

 

Maravilloso como relatas tus sensaciones.:[applause]:[applause]:[applause]

Saludos.:):):)

 

Resumiendo y de memoria:

1- Kit Suspensión H&R muelles y amortiguadores , regulables en altura hasta -40mm. (sobre 1.600eur + montaje). Es una suspensión dura, pero es utilizable fuera del circuito.
2- 4 discos frenos perforados mismo tamaño original. 450 eur + montaje
3- pastillas freno PAGID azules 440eur:eek:
4- latiguillos metálicos (no me acuerdo pero poco)
5- líquido frenos castrol SFR 120eur
6- barra entre torretas delanteras 200eur
7- barra refuerzo dirección, la que aconsejan si quieres poner llanta 18" incluso en los 993. 70eur+montaje
8- cambio corto weltmeister. sobre los 300eur + montaje
9- Neumáticos Michelin Pilot Sport Cup +- 1000eur

Saludos

 

Muchas gracias, Jaume.

Evidentemente, no es algo que hiciera a mi 964, que es un cabrio y no tiene sentido, pero... quién sabe dónde puede caer uno :D

y gracias de nuevo a todos por vuestros agradecimientos.

saludos!
jm

 

mi versión del tema

Aunque hasta donde alcanza mi recuerdo siempre me ha atraído la competición automovilística (y en menor grado motociclística), lo cierto es que por falta de oportunidades, de medios, por pereza, por dejadez o por estar absorbido por otros intereses igualmente atractivos nunca hasta ahora había tenido la ocasión de entrar a un circuito o simplemente aprender a conducir de verdad. O si no “de verdad”, que es mucho pedir para mi torpeza, por lo menos “un poco”.

A raíz de comprar el Porsche, lo que era una mera querencia de infancia-juventud ya dormida en algún rincón de la mente o el espíritu resurgió casi como una necesidad. El 911 era la materialización de un sueño. Pero para que el sueño fuese completo había que ser capaz de estar a la altura del coche. Y con mi nivel de conducción... mejor no entrar en comparativas. Por otra parte, conocidos que estaban (y están) más metidos en el ambiente racing (como aficionados) me animaban a disfrutar del coche en su “medio natural”.

La alternativa estaba clara: curso de conducción. Pero ¿qué curso? Por una parte, y dadas las peculiaridades del coche, lo mejor sería hacerlo con el propio 911. Por otro lado es demasiado el cariño que le tengo como para “dejarlo en mis manos” sin que éstas hubiesen sido previamente pulidas. Decidí adoptar una solución escalonada. Apuntarme a uno de los cursos que organiza BMW (al fin y al cabo son tracción trasera –como mi 911 en circunstancias normales de adherencia- y el coche que “me sufriría” no sería el mío). Después de ese primer paso, ya veríamos. Además, el planteamiento que “vendían” en la web de BMW sobre el curso de Conducción Deportiva pintaba bastante bien. Así que cuadré fechas y allí fui. El pasado Noviembre en el Jarama.

La sesión teórica del curso no me aportó gran cosa. Su mucho de autobombo publicitario-demagógico BMW, su poquito de fundamentos teóricos que ya traía bien interiorizados (por estar harto de leerlos en todos los manuales y folletos sobre el tema desde aquel cuadernillo de Cañellas que leía y releía mucho antes de sacarme el carnet de conducir), y sus consejos sobre como rodar en circuito sin machacar en exceso gomas y frenos (alternando vueltas de refrigeración) y respetando el paso de los demás. En el fondo, generalidades de sentido común y educación básica pero que va bien que recuerden. Previamente habíamos dado una vuelta “de paseo” por el circuito acompañados de un monitor para “evaluarnos” y hacer grupos de 3 personas con nivel de conducción parecido. Supongo que poco pudo ver más que la forma de mover las manos y buscar trazadas. Era mi primera vez en la pista de un circuito. Para mi sorpresa me metieron en un grupo donde uno de los integrantes había hecho varios cursos con anterioridad (uno de ellos de motos en el propio Jarama quince días antes) y el otro calzaba botines Sparco y decía tener experiencia con monoplazas. Obviamente, pensé que se habían equivocado conmigo y empecé francamente nervioso y tenso. Los coches eran la berlina 330 con paquete M y el nuevo coupé 335, cuyo motor parece diesel por cómo recupera y empuja desde abajo. Sólo que en lugar de “acabarse” como los de gas-oil sigue subiendo y subiendo sin dejar de empujar. Cuando fui liberándome del nerviosismo inicial y memorizando las curvas del circuito y los consejos del monitor me empecé a sentir francamente cómodo, y disfruté mucho. Los monitores (supongo que todos ellos, pero desde luego con el que me tocó en suerte fui especialmente afortunado) eran sensacionales y percibían no sólo defectos “físicos” que corregir sino también factores psicológicos que pudiesen provocarlos. Pasé un gran día, por fin aprendí a hacer el punta-tacón con naturalidad y sin adoptar posturas forzadas que me alargaran la frenada en lugar de ayudarme a apurarla, incluso al final jugábamos a balancear el coche a la entrada de las curvas para provocarle el sobreviraje y su inicio de drifting... Pero sólo inicio dado que los controles electrónicos de tracción y estabilidad debían ir OBLIGATORIAMENTE siempre conectados. Para compensar ese corta-rollos o por poner la miel en los labios del futuro cliente al final nos permitían dos vueltas a cada uno con un Z4M. Lo cierto es que yo salí de allí queriendo más.

Y al poco apareció la oportunidad del foro en el curso RACC de finales de enero. Pero hasta finales de enero falta mucho. Y es sólo una mañana. Y es sólo “conducción segura”. Algo más había que hacer. La parte práctica del curso BMW estaba contratada a EV-Racing. Yo recordaba haber leído a BelMasseto hacer un curso con ellos, y aproveché para recabar información y comentarles que me avisasen de su siguiente TrackDay. Fue el pasado día 10 también en el Jarama. Fui con el 911. No tuvo nada que ver esta experiencia con la primera. Y, repito, no es que la primera estuviese mal. Los coches andaban (tanto el coupé como el Z4M son bastante más potentes que mi veterano 993; y el 330 es casi igual y más elástico; el tiempo no pasa en balde). El monitor (gracias de nuevo, Daniel) era el mismo. Pero mi mejora real de aptitudes no fue la misma en una y otra ocasión. O es la sensación que extraigo. Y el feeling que tengo con el 911 no lo alcancé con los seguramente más eficaces y facilones BMW. Con ellos podías equivocarte en todo. Al final bastaba pisar a fondo (el freno o el acelerador según las circunstancias) y corregir levemente con el volante para que la electrónica te sacase adelante. Se iluminaban los testigos del cuadro, los pedales vibraban por su cuenta y de una forma u otra acababas donde querías acabar y antes de lo que hubieses creído. Con el 911 (el mío, 993S4 del ’96, sin más electrónica que el ABS –que por cierto aún no he conseguido activar por mucho que pise freno como un animal-, con autoblocante como toda ayuda real para salir de una situación apurada –pues no sé bien si la tardía transferencia de tracción a las ruedas delanteras constituye más ayuda o estorbo-) es otra cosa. El coche es muy fácil de inscribir: basta con aplicar la frenada regresiva y no soltar freno hasta que lo tienes apuntado. Hay que dejarle su tiempo para que apoye. Y luego la salida es cosa tuya. En esas circunstancias el coche te avisa: “si sigues así vas a conseguir que me marche de atrás”. Te vuelve a avisar: “¿de verdad quieres que saque el culo?” y aún te da otro tercer aviso “última oportunidad para evitar que deslice”. Si con tantas “señales” no has decidido qué quieres hacer y te has preparado para ello es que eres aún más torpe que yo. Como balance me entrompé dos veces. Una de ellas porque al derrapar en aceleración (por pisar de más con el volante muy doblado) metí contravolante pero no fui lo bastante ágil para deshacerlo. El coche agarró de golpe e hizo el trompo hacia el otro lado. La segunda por acelerar antes de tiempo, sin haber dejado que el coche apoyase bien. La primera fue previsible, en el sentido que aún debo hacer alguna más de éstas hasta pillar el punto de deslizamiento justo. Es parte del programa “de mejora”. Pero esa segunda me pilló de improviso y me hizo sentir muy torpe.

El ambiente con toda la gente del track-day (monitores –uno de ellos Antonio Albacete-, organizadores, participantes, acompañantes,...) fue mucho más que agradable. Todo lo bueno que se pueda decir es poco. El nivel, más elevado de lo que hubiera pensado a priori (para desgracia de mi autoestima!). Pocos coches había “de serie” como el mío. Quien más quien menos llevaba suspensiones o las Sport-Cup,... o incluso slicks... cuando no máquinas realmente “de carreras”. O si no caballos a raudales (un Corvette Z06 o un Vanquish S). Supongo que rodé más lento (incluso bastante más lento) que con el coupé 335 del primer día. Pero me lo pasé de cine y aprendí bastante. No tanto como hubiese querido porque no podía permitirme destrozar las gomas. Llevaba los testigos a la vista y con ellas debía llegar a casa y deben llevarme de nuevo a Madrid el 26 de enero para el curso RACC. Después de esa jornada las cambiaré. Por eso limité las cruzadas y pospuse el control del drifting para otro futuro curso. Con todo, al final del día los neumáticos parecían plastelina, no recuperaban por mucha “vuelta de refrigeración” y la sensación que tenía en las curvas era similar a la encontrarte de improviso una capa de nieve primavera cuando vas esquiando: desde que piensas “ahora apóyate” hasta que el coche se apoyaba pasaba un tiempo angustioso (¿centésimas, segundos?) y la trayectoria se abría mucho más de lo que tenía previsto. Fui después soltando trozos de goma y rebabas contra mis propios pasos de rueda por toda la autovía hasta casi Despeñaperros. Por tanto, hubo que dejarlo un cuarto de hora antes del final. Había echado un buen día y no era cuestión de estropearlo a última hora cuando ya había excursiones fuera de pista en participantes de cada tanda (quien no hacía sufrir tanto las gomas por llevar controles electrónicos castigaba en exceso los frenos por esa misma razón). Una pena... que espero vengar en el futuro.

Hasta aquí las conclusiones positivas. Ahora las negativas: como primera medida otro juego de llantas con gomas “solo para pista”. Los PS9. Mejores pastillas y latiguillos ¿Seguimos? Si en el fondo mi coche no será nunca un coche de carreras. Es un deportivo que va para clásico, extremadamente bello y tremendamente noble. Pero no está hecho para eso. Lo único que voy a conseguir así es devalorizarlo. ¿Cambio de planes entonces? No busco tiempos (a estas alturas de mi vida no aspiro a ganar ningún campeonato deportivo) sino diversión. ¿Qué tal un Carrera3.2 o un 964 o incluso un 944 turbo exclusivamente para circuito? ¿Pero cuánto me supone eso en euros? Porque luego lleva su preparación y mantenimiento. Y no es sólo que te lo puedas permitir, sino que no cause un cisma familiar el hecho de que te lo permitas. Muchas son las dificultades a vencer. Pero esto engancha.

 

¡Horror J.M.! (no, no es por lo feo que eres) es que no me va el enlace...

Será una cosa puntual, ¿no? Vamos, como lo de tu carácter bonachón :D

No sé cómo habrá ido en circuito, pero cuando volvimos de la reunión TodoPorsche-SoloPorsche (ya no me acuerdo dónde fue :eek::[question]), nos fuimos Keny3 él y yo por una carretera de esas que le gustan a él, y sin PSM ni chorradas le daba que no veas. Me ancantó cómo conducía, así que tiene que haberlo hecho muy bien en circuito.