Viaje a Italia: De Maranello a Florencia y alguna cosa más

Je je je, lo del anuncio es que no tiene perdón divino. A quien se le ocurre poner un panel electrónico ahí, en pleno Milano, en plena catedral, en plena Italia!!!

Se libran los del galaxy de que hoy no existe inquisición :D

Abrazotes y gracias a tí y a todos los que estais leyendo. Queda muchísimo que mostrar. Dadme solo un poco de tiempo :malabares:

 

Jueves 12 de Septiembre: Excursión por el Lago de Como

La forma del Lago de Como es un tanto peculiar. Se trata de un lago con tres brazos bastante extendidos donde cada uno de ellos tiene un ancho máximo que no llega a los tres kilómetros salvo en su centro, donde roza los cuatro. Recuerdo que en las vacaciones de 2010 dedicamos un día a irnos de excursión rodeando el Lago de Annecy: Alberto Contador había ganado la contrareloj que se disputó allí en el Tour de 2009 y las imágenes mostraban un paisaje precioso, así que era una decisión fácil de tomar. Ahora bien, una cosa son los cincuenta kilómetros que rodean el Lago de Annecy y otra los ciento cincuenta que tiene aproximadamente hacerse el lago de Como entero, así que decidimos hacer la ruta Cernobbio – Bellagio – Magreglio – Lecco – Como – Cernobbio, la cual anda por los cien kilómetros y es algo más llevadera. Esta es la ruta exacta que seguimos.

Para este día de picnic habíamos localizado una tienda de ultramarinos bastante cerca del hotel, así que desayunamos y en una mañana soleada pero ya algo fresquita nos plantamos a comprar diversas cosas: queso, una especie de tartitas vegetales que tenían una pinta genial, algo de fruta, pan y como no, un par de raciones de tiramisú. La dependienta, encantadora:



Compramos, pagamos, nos dicen “buona giornata”, salimos, saludamos a los parroquianos y nos ponemos en marcha calentando motores hasta llegar a Como, el cual, ya conocido, rodeamos en un santiamén y rápidamente nos metemos por la carretera que va bordeando el lago. No es una autopista exactamente. A ver si me explico bien. Todas las carreteras que bordean el lago son muy estrechas. Si se encuentran un coche y un autobús tienen casi que detenerse. Hay tramos en los que si se produce el encuentro hay que tomarlo con calma y el uno o el otro tiene que dar marcha atrás.

Al tenerlo asumido de antemano es algo que ni nos crispa ni nos preocupa. La misión para hoy es hacer un picnic con toda la calma del mundo, parando aquí y allá para hacer fotos. La velocidad a la que se puede circular es de unos 30-35 km/h. No hay espacio, ni rectas, para más. Eso si, el firme está en bastante buena condición.

Vamos parando donde podemos, deseando que hubiera muchos más apartaderos de los que realmente hay. Pongo el tele, espero que pase una motora y disparo. El pueblo de enfrente estará como a dos kilómetros:



Seguimos nuestro paseo y el sol ya empieza a calcar. Llegamos a Bellagio, en el punto más al norte de nuestra ruta de hoy y encontramos aparcamiento con algo de dificultad. Bellagio en uno de los pueblos más atractivos de todo el lago y se nota en la cantidad de turistas. Nos damos un buen paseo y nos encontramos con un buen hotel



Se nota una cierta decadencia, pero en los años sesenta debió ser el paraíso así que vamos a poner música apropiada del bueno de Jimmy Fontana:



Otra foto:



Y no, no olvido que estamos en la sección de “viajes racing”. Giro la cabeza y descubro otra joya en el hotel:



Como no soy experto en la marca solo puedo decir la perogrullada de que se trata de un cupe, pero poca cosa más. A ver si alguien puede arrojar algo de luz sobre el tema.

Seguimos caminando y nos encontramos con unas terrazas de lo más agradable para comer. De hecho ponemos en cuestión nuestra idea de ir de picnic ya que la idea de comer al borde del lago empieza a socavar nuestra resistencia:



El ambiente es muy “Suiza”, y el colorido me recuerda un poco al cuadro del Moulin de la Galette, de Renoir. Además los precios no se van a la extratosfera … No, un plan es un plan. Cedemos un poco tomando asiento en la terraza de al lado para descansar algo las piernas y deleitarnos con un zumo de naranja sutilmente asustado con unas gotas de vodka en plan aperitivo. Se vive bien aquí, o mejor dicho, se está muy bien aquí. Aún tratándose de un pueblo precioso con unas vistas increíbles, la sensación es de estar un poco como cautivo en el sentido de que tardas bastante tiempo en llegar o salir debido a la carretera tan especial que existe alrededor del lago. Como y la autopista no están lejos en distancia. En realidad no son muchos kilómetros, pero estás a más de una hora. No es de extrañar el tráfico que existe en barco para pasar al otro lado del lago, ni de los helipuertos que veremos a lo largo de la jornada.

El que haya hecho click en la ruta descrita más arriba se habrá fijado en que por un instante dejamos la orilla del lago y nos metemos tierra adentro, más concretamente hacia el pueblecito de Magreglio. La causa, de nuevo, está en mi afición por el ciclismo. Al lado del Magreglio está la Madonna del Ghisallo, una pequeña ermita situada a unos 800 metros sobre el nivel del mar que es algo así como el santuario internacional del ciclismo. Es una capilla muy pequeña que no tendrá más de cincuenta metros cuadrados, pero llena de recuerdos: bicicletas de ases como Moser, Merckx, Gimondi. No falta la de Fabio Casartelli, medalla de oro en Barcelona 92 que se dejaría la vida en el descenso del Portet d’Aspet en un triste día de Julio de 1995. Están también varios maillots. A cada uno más mítico:



Indurain, Hinault, Cipollini, Saroni, Bugno, … se siente la magia del lugar. Hoy en día la subida al Ghisallo se incluye en casi todos los Giro de Italia y se incluye sin discusión en todos y cada uno de los Giro de Lombardia. La subida tiene zonas bastante exigentes y aunque no es un puerto decisivo debido a su relativa corta ascensión si que representa una de esas etapas donde se puede perder un Giro, de esa que enseña debilidades si existen. Por nuestra parte las debilidades vienen ahora del estómago, así que en los jardines del exterior de la capilla damos buena cuenta de lo que llevamos para el picnic para mas tarde tomarnos un buen “gelato” en una terraza cercana. Por lo demás, esta subida al Ghisallo si que representa una delicia Porschera. Como hemos comentado, la carretera que va rodeando el Lago hay que tomarla con paciencia, pero esta de subida ya es otra cosa. Mucho más divertida.

Bajamos un poco y obtenemos unas vistas preciosas del brazo Norte del Lago. Todo lo que se ve al fondo son Alpes:



Llegados otra vez a orillas del Lago tomamos la carretera Este de nuestra ruta. Curiosamente encontramos bastante menos tráfico, pero el trazado sigue la misma tónica: estrecha e interminable. Vamos parando donde podemos para tomar más fotos, esta ya no muy lejos de Lecco:



Lecco es una ciudad pequeña, o un pueblo grande, como se prefiera. No tiene la trascendencia de Como, pero enseguida se nota que es un punto importante en el lago. Lamentablemente el tiempo se nos está echando encima y no queda mucho sol sobre el horizonte, así que tomamos la carretera interior a Cernobbio, con un tráfico infernal (es hora punta) y el sol haciéndonos constantemente difícil la vuelta. Llegamos al hotel y preparamos la maletas que mañana partimos con nuevo rumbo. Nos adecentamos y cenamos otra vez en la terraza del hotel. Me estoy cansando de que me den solo a mi la carta con los precios, uhm, donde está eso de la igualdad?

 

Viernes 13 de Septiembre: De Como a Maranello

Salimos de Cernobbio, decimos adiós al Lago de Como y enfilamos hacia Monza, justo una semana después de celebrarse el Gran Premio de este año. Hacemos unas fotos a las recepcionistas del hotel y salimos con una sonrisa de oreja a oreja. Milán y el Lago de Como ya es algo inolvidable para nosotros.



Monza es una ciudad satélite de Milán, así que para llegar a ella cogemos la Tangenciale Oeste de la capital lombarda, luego pasamos a la Tangenciale Norte y tras un par de quiebros entramos en Monza.

Preciosa. Lo que se nos ha quedado en la cabeza en un parque enorme, verde como solo pueden ser los verdes en un día de sol de finales de verano. Y en medio del parque el circuito, mito puro, catedral del motor. Nos liamos un poco y nos metemos justo detrás del paddock, donde se encuentran unos 30 o 40 Nissan GT-R que parecen estar de track-day. Se nos acerca una persona muy amable y nos explica que ese día el área está reservada, así que nos vamos de tiendas por dentro del circuito, compramos unas zapatillas para conducir, rojas, por supuesto, y un par de cosas mas. Nos vamos a la zona de la variante Ascari y después a la parabólica. Las gradas están muy bien diseñadas y vemos los carteles de aviso de posibles daños al aparato auditivo por presión acústica. Vemos la pista y sentimos el alma de Monza. Comemos en la terraza de un bar del centro y ponemos rumbo a Maranello, pero antes hablamos de Fórmula 1 con varias personas y la opinión es unánime: no hay “machina”. En el propio circuito un tifoso se nos confiesa y abiertamente nos dice que Fernando Alonso debería buscar una escudería capaz de darle un coche ganador para el año que viene. Red Bull, nos dice, tiene el mejor equipo de ingenieros, los mejores diseñadorea y hoy en día el piloto no importa tanto. Ya no es como antes, hoy en día un F1 es un “computer”. Por cierto, con solo decir que venimos de España y de Oviedo nos están tratando a cuerpo de rey. Hasta nos han perdonado tener un Porsche. "Bueno, al menos es rojo", dicen.







Nada mas salir de Monza cogemos la Tangenciale Este y sufrimos de nuevo un tráfico bastante congestionado. Bueno, son solo entre ocho y diez kilómetros de Tangenciale. O eso creemos ya que sin solución de continuidad nos metemos en la A1.

La A1 es la espina dorsal de tráfico en la que se apoya todo el tráfico rodado de Italia: Milán, Bolonia, Florencia, Roma. Se dice pronto y de una vez. La sensación que tenemos es que la Tangenciale de Milán es infinita, o que al menos se estira hasta Roma. Nos ponemos en modo “autobahn” en la Cuenca del Ruhr a las cinco de la tarde y asunto solucionado.

Llegamos a Maranello sobre las cinco de la tarde. Dejamos las cosas en el hotel y a fisgar un poco por el pueblo. Una de las primeras cosas que nos encontramos es la tienda Hors Ligne, donde tienen de todo y donde desde unos 80 Euros te dejan conducir un Ferrari con copiloto que te vigila y pocas alegrías consiente:







Un California amarillo también está disponible para su alquiler:



Una de las dependientas de la tienda:



Volvemos al hotel, el “Maranello Palace”, que parece ser el hotel estándar para todo aquel que venga de peregrinación. Por cierto, Maranello es Ferrari y muy poco más. No es un tópico. Al poco tiempo de que a Enzo Ferrari lo echasen de Alfa Romeo decidió ampliar las actividades del taller mecánico que su padre Alfredo tenía en Módena. Por aquello del precio del terreno invirtió gran parte de sus ahorros en comprar unos terrenos en Maranello, el cual era por entonces un erial. Bueno, cuando digo “gran parte de sus ahorros” no es exacto. En realidad lo que hizo fue convencer a su madre para que vendiera la casa y con el dinero establecerse en Maranello. Esto es lo que yo llamo perseguir un sueño.



Mas sobre el hotel: Se trata de un cuatro estrellas bastante decente con unas habitaciones dobles más que correctas y a un precio excelente, aunque también tienen unas buenas suites. Demasiadas y de tamaño demasiado generoso para tratarse de un cuatro estrellas normal. No se porqué me da que el propietario del hotel es la propia Ferrari. Ya os podeis imaginar donde se hospedan los clientes de pedigrí que vienen a la fábrica a ver los nuevos modelos.

También se hospedan aquí Alonso, Pedro de la Rosa y Massa cuando vienen a Maranello. De hecho Silvia, una de las recepcionitas (un beso, Silvia, si nos lees algún día, eres un sol) nos comenta que Pedro se había ido justo esa mañana a Barcelona. Nos cuenta también que Fernando tiene un carácter bastante reservado, mientras que Pedro es un tipo absolutamente encantador. Añade a los cotilleos el hecho de que los padres de Fernando se hospedaron aquí el pasado fin de semana (imaginamos que durante la celebración del GP de Monza).

Ya de noche, lo que se ve desde la terraza de nuestra habitación (la num.12) tiene su miga:



Nos acostamos pronto. Mañana sábado tenemos lo que en el plan de ruta hemos llamado “Ferrari Day”. Un día importante en el viaje.

 

Sábado 14 de Septiembre: Maranello, “Ferrari Day”
*La Mattina*

Y la mañana del sábado aparece radiante. Abrimos la ventana para comprobar que todo esté en su sitio:



Empezamos el "Ferrari day" pronto y sobre las 10:30 estábamos aparcados a la puerta del Museo mientras dentro del coche sonaba la canción "Gloria". Quien haya bailado con mozas en el verano del 79 recordará perfectamente la canción. Volumen alto y energía a tope, que no falte.







Sacamos los tickets de entrada. A los que estamos alojados en el Maranello Palace nos hacen “disconto”.



En qué color lo queremos? Estos son los disponibles, aparte los personificables:



Nos cortan los tickets. Estamos dentro:





De todos los modelos Ferrari tengo dos preferidos. Este es uno de ellos:













El 250 GTO no podía faltar en el Museo:











El “Muro” de la Scuderia en un GP. Me sorprende que los valores G de la telemetría estén discretizados en un tiempo bastante largo: entre medio y un segundo:





Habeis visto la película “Perfume de mujer”? Este es el Mondial que se utilizó en el rodaje:



Vale, aquí va la escena:



Y ahora vamos a escuchar un maravilloso tango de la película, interpretado por “The Tango Project”, estos cacharros rojos se lo merecen:



Y este es mi otro preferido de todos los tiempos, un 275 GTB4. Esta unidad perteneció a Steve McQueen. Años después volvió a Europa y fue restaurado en Ferrari Classics:





Como dije en otro post, si Don Enzo Ferrari levantara la cabeza y viera al Montezemolo, le ponía a lavar coches de un manotazo. Atención, frase: “Cuando usted compra uno de mis coches paga por el motor. El resto se lo doy gratis”:



El Hall de la fama:







Sueño húmedos de muchos. El F40:





El F50:





Parte del team de diseño actual:



Proyecto F150: Vamos a por lo híbrido:



El producto final. Vamos a verlo con suma tranquilidad:













Estudio de la zona habitable:



Interior:











Camuflaje para salir a la calle:



Nos faltaba el Enzo:



Y lo que lo impulsa:





Otro vistazo al 250 GT:



Se que me repito, pero es que se me cae la baba:



El simulador del museo. Tienen dos unidades:



También hice un video. Podeis verlo aquí en HD:



La cafetería del Museo. El café es pésimo, pero al menos es barato:



Llega la hora de pasar por la tienda:



Como si nos estuvieran esperando. Al bolso con ellas! Una de cada:



Modelos a escala 1:3 para el túnel de viento:



Para ver bien el Museo se necesitan al menos dos horas. Si quieres ir con atención al detalle, y no digamos con las audioguías, tres horas no te las quita nadie. La experiencia de la visita es muy buena e inevitablemente lo comparo con el Museo Porsche en Zuffenhausen. El “nuestro” tiene un edificio que arquitectónicamente es superior, todo esta en su sitio, el recorrido es perfecto, pero ….. el nuestro es “gris” y este es “rosso”. Este es más cercano, más caliente, más sanguíneo. Tiene más alma y al final termina por transmitirte más cosas y no sabes porqué, te sientes más en casa que con el alemán. Me quedo con el de Ferrari. El de Porsche es magnífico, pero este tiene un punto más, algo muy difícil de explicar. Ni que decir tiene que todo esto, al ser percepciones personales, es algo terriblemente subjetivo. Conclusión? Lo mejor es visitar los dos y hacerse un juicio propio.

Para hacer las compras (cómo no vas a comprar, si va uno ya caliente a más no poder) se puede empezar en el propio Museo, pero es inevitable hacer también una visita a la “Ferrari Store”, donde quien busque algo que ponerse encima va a encontrar de todo. Se pasan un poco con el aire acondicionado pero por lo demás muy bien. Os paso fotos:









Fijaros en este cigüeñal, la poca inercia que tiene a poco que nos fijemos:



Dejamos de momento las compras y nos vamos a comer al restaurante “Il Encontro”. La noche anterior ya habíamos repostado ahí y volvemos completamente confiados. Simple y llanamente no hemos comido mejor pizza en todo el viaje por Italia. Absolutamente recomendable. Un par de fotos:



Al fondo de la imagen un grupo de rusos. Charlamos con la camarera y alucinamos cuando nos comenta que chapurrea ruso. No hace falta que nos digan nada más. Bueno, si, que el camarero chapurree chino:



Comemos de nuevo de maravilla y como la tienda “Hors Ligne” está al lado, pues que narices, a rematar las compras:





Y con esto terminamos la mañana, pero no os creáis que se acaba aquí el “Ferrary Day”. Nos falta la tarde. Para eso cogeremos el coche y nos iremos hasta Módena, que hay muchas cosas aún por descubrir.

 

Impresionante y detallado reportaje, gracias por compartirlo

 

Me había perdido este reportaje; es fantástico, gracias por avisar. Francia e Italia son países que me encantan, para todo, todo. Lástima los franceses como se suele decir.

 

Gracias por la visita

De los franceses y francesas, ya hablaremos el sábado tras la ruta. En cuanto les coges el punto, como amigos de toda la vida :D

También es verdad que hace veinte años solían mirar por encima del hombro. Hoy en día, por lo general, sienten bastante admiración por la forma de ser que tenemos en España. Si encima intentas chapurrear algo en francés, entonces ya entras hasta el Elíseo

 

Espectacular Luis!! :drooling

Muchas gracias por compartir con nosotros tu viaje, aunque ya nos ibas adelantando cosas por whatsup.

Me han encantado estas últimas del Museo Ferrari. Viendo una vez más los coches que hacían en los 50s y 60s reconozco que eran verdaderas obras de arte. Precioso el 250GT del 56, pero ¿que me dices del 250 GTO? En los 80, en mi adolescencia, era el 288 GTO el que provocaba mis pasiones. También lo tienes en tus fotos. Para mí éste, el 288 GTO (o GTO a secas), era y sigue siendo el super-Ferrari, por encima del F40, F50, Enzo y otras naves espaciales superaerodinámicas a las que se tiende ahora. Quizá me voy haciendo mayor y tiro hacia lo de mi adolescencia. Aunque, como decía, cada vez me gustan más los coches de los 60.

En fin, ¡¡muchas gracias Luis!! :[applause]:[applause]

 

Una pasada gracias por las fotos:drooling:drooling:drooling

 

Carlos, el 250 GTO estoy de acuerdo en que es el mítico, el deportivo histórico perfecto, pero para mi hay algo en su línea, y que me perdonen en Maranello, que no me termina de convencer. Le doy personalmente un nueve, pero no me llega a diez. Fíjate, me llama más el GTO, el "Omologato" que si no recuerdo mal era turbo, 400cv, que nunca llegó a correr. Me llena más.

Otra cosa que me pareció notar en el Museo es muy curiosa: Cuanto más moderno es un Ferrari menos práctico es. Un 250 GT, incluso hoy, lo sacas, y sería bastante polivalente. De lo que tiene hoy la marca en su catálogo, el más "flexible" es el California. De hecho, si tuviese que, y pudiese, comprar uno, sería mi elección.

Esta claro que esto de los coches es asunto de gustos personales. Es casi lo mismo que pasa con el color favorito de una persona. Para añadir complejidad, los gustos suelen ir cambiando con el paso del tiempo. Supongo que es una característica de lo más humana

 

Respecto a los GTO, estoy de acuerdo Luis. De hecho fíjate que te decía que el que me "ponía" en mi adolescencia era precisamente el 288 GTO (o GTO a secas) del que tú dices que te llama más. En la denominación 288 lo de 28 era por su motor de 2.8 litros (turbo, eso sí) y lo del 8 final era por ser un V8. Esa combinación erogaba 400CV en un coche que por no tener, no tenía ni ni servofreno. No hablemos de dirección asistida u otras florituras sin las que no vivimos en un utilitario de hoy. El GTO era pura deportividad en una carrocería cuya belleza musculada, para mí ya no se repitió después en los siguientes Ferrari, del Testarrosa en adelante.

Aunque no lo veo en el museo (realmente es más "vulgar"), de esa época me encanta por su linea el 308 GTB (berlinetta) y GTS (Spyder). El GTS era el de "Magnum" ¿te acuerdas? 3.0 litros y un V8 que daba 255CV que ahora nos pueden parecer muy pocos. Pero en aquel tiempo, en que mi padre tenía un Renault 12 TS (el más "deportivo") con 64CV, aquello era una pasada. Y era un coche con una línea espectacular. También me falta el 512 BB (berlinetta boxer) 5.0 litros y 12 cilindros en V a 180º. Predecesor del Testarossa pero, para mí, mucho más bonito.

¡Qué bonito recordar aquellos tiempos y como flipaba con cada revista de coches que caía en mis manos, admirando aquellas fotos en color (esto del color hoy parece normal) y soñando con esos fantásticos deportivos, que en España simplemente formaban parte de nuestra imaginación!

 

Absolutamente de acuerdo contigo. Ese algo especial del GTO ya no lo encontramos en los siguientes Ferrari. Precisamente la revista “Clásicos Exclusivos” lo trae en la portada del número de este mes, dedicándole un buen reportaje. Vamos a verlo en acción:



El 308 es otro que tiene una línea fantástica, y lo que comentas de 255cv que nos pueden parecer muy pocos … Yo a veces me imagino lo que ha debido de ser estrenar mi 968 en 1992. Por aquel entonces la potencia media de los coches en España era de, digamos, entre 80 y 100cv. Un 968 (y un 964 y un 928, los que formaban el catálogo de la marca en el 92) era un supercar.

Respecto al Renault … mi padre tenía el 12S, justo el modelo anterior al TS. En 1974 era una maravilla de coche y el motor sonaba de película. La verdad es que la historia de los coches en nuestro país, tal vez por la falta de marcas y de modelos, fue para nosotros un continuo soñar. El 12S, 12TS, 1430 fueron la base de las berlinas con los primeros tintes deportivos, sin olvidar cosas como el MG1300. Depués llegó el 1430-1600 “FU”. Aquello fue un salto cuántico. Aparecieron también los Mini en sus versiones más potentes y finalmente el 124 Sport 1600. Este coche creo que fue el punto de inflexión hacia una nueva era. Si no fuera por temas de espacio en el garaje tendría uno muy probablemente.

 

Qué buena crónica y qué buenas fotos! :[applause]

Para la próxima que pases por aquí (frontera de Irún con Hendaya) me avisas, que si no conces la costa hasta Biarritz te la enseño. Aunque viendo lo que viajas y lo que te gusta Francia... seguro que ya has hecho esta ruta de la costa del Cantábrico por Francia.

Hay... hay... hay... esas ragazzas... :p

Seguiré por aquí con mis palomitas y mi nestí :beer:

 

Me encanta tu relato....lo estoy viviendo como si estuviera allí mismo. Y mucho más me encanta tu estilo de fotografiar, reflejando el dia a dia de los lugares y las personas, no solamente los monumentos. Te lo digo como aficionado a la fotografia desde hace más de 30 años, pero de la fotografia analógica y de blanco y negro (la de las Leica M y la Canon F1...) y tu forma de ver lo que te rodea me recuerda a los reporteros clásicos de esa época. Felicidades y sigue con el viaje.

 

Luis, impresionante relato. Y que fotos :idolo::idolo:
Gracias por avisarme.

Un saludo.

 

Muy buen reportaje, Luis. Se ve que lo pasasteis en grande.
Un saludo

 

Si no recuerdo mal, fue en el verano del 94 cuando estuvimos por ahí de vacaciones. La primera semana en San Sebastián y la segunda en Biarritz, asi que ya lo conocemos un poco. En todo caso, ya ha llovido algo desde entonces, asi que tal vez no sea mala idea ir planteando algo para ver que cambios ha habido :copiloto rallye:

Muchísimas gracias por tus palabras! Tu y yo tenemos que quedar un día para charlar tranquilamente. De Leica usaba más que uso actualmente una M6 y una M2, siendo esta última con la que siempre obtuve mejores resultados. Mis objetivos favoritos son el Summicron de 50mm y el Elmarit de 21mm. No quiero alejarme mucho del hilo, pero subo aquí el que tal vez sea unos de los mejores retratos que he hecho, tomado con la M2:



Como te puedes imaginar, mi fotógrafo preferido es Henri Cartier-Bresson, al que considero el maestro. En fin, que ya hablaremos, pero seguro que sabes que la foto de los chavales haciendo un arrumaco enfrente de la catedral de Milán no es un posado

Pues no tengo a nadie a quien “pasar” mi experiencia. Y el sábado vi un excelente proyecto de discípulo :)

Gracias Guillermo. Fue un viaje excelente. Y no queda nada que contar …

 

Pues ya sabes que por aquí tendrás a un guía dispuesto a mostrarte algún que otro rinconcito (de esos que no aparecen en las guías de viaje ;))

 

Pues igual se puede empezar a pensar a montar algo. Hay un pueblo que me encanta que se llama Salies de Bearn, y después tenemos Cambo les Bains, San Juan de pie de Puerto ..., una zona verdaderamente increíble

 

Sábado 14 de Septiembre: Maranello, “Ferrari Day”
*La Sera*

Una vez comidos en compañía de los rusos toca ir hasta Módena. En este foro se pueden ver unas fotos magníficas de otros compañeros que también han viajado hasta Maranello y al museo. Sin embargo, y según nos informaron en el hotel, en Módena se inauguró en el 2012 otro museo Ferrari, llamado el “Museo Casa Enzo Ferrari”. Hasta donde se, las fotos que vienen más abajo son una primicia.

Módena es un paseo desde Maranello, o tal vez mejor dicho, Maranello es como un barrio algo separado de Módena. Tocamos un poco el navegador y el Museo al que pretendemos dirigirnos viene en la base de datos. Parece que la actualización del navi carbura. Perfecto.

Ciudad preciosa. Avenidas bellísimas, protegidas por árboles bien frondosos de los calores veraniegos. Lástima que no tengamos prácticamente tiempo para ella (y nosotros que pretendíamos visitar el Museo de Lamborghini, … y ver lo de Zonda … la verdad es que uno empieza con una lista enorme de cosas que ver y después descubres que necesitas el doble del tiempo planificado, con lo cual no queda otra que ir descartando. Como la vida misma.

El museo queda al Norte de la ciudad y consta de dos edificios. El primero es la “Officina meccanica Alfredo Ferrari”, es decir, el taller primigenio donde el padre de Enzo tenía su negocio y el segundo se trata de uno nuevo, obra del arquitecto Jan Kaplicky, el cual es, en mi opinión, francamente bello. La zona acristalada del museo está orientada al sur, mirando hacía el edificio que aloja el taller Alfredo Ferrari y ayuda a formar una pequeña y acogedora plaza entre ambos. La parte norte del edificio da al parking y queda protegida por césped, el cual sube por el aluminio y contribuye a proteger térmicamente el museo. Va primera foto para ponernos en situación:



Por si fuera poco todo esto, resulta que es 14 de Septiembre y por lo visto existe en Módena una sociedad de coches históricos, y por lo visto tenemos suerte y coincidimos en que están de concentración, y por lo visto tienen los coches aparcados entre los dos edificios del museo.

Lancia HF, Jaguar E Coupé y cabrio, Autbianchi, más Jaguar, M3 E30, un 911 de 1970, ...y no paro hasta terminar con un Lancia Stratos. Que concentración de arte y de técnica. Vamos a ver más fotos:













Este HF me encanta:





El Stratos:







Antes de entrar en el edificio moderno entramos en el “clásico”, en el cual se muestra la evolución en la vida de Enzo Ferrari. Es una lástima que el aire acondicionado está puesto a lo bestia y decidimos abandonarlo rápidamente. La azafata en recepción está muerta de frío y eso que fuera tenemos 29 grados. Asi y todo os paso unas fotos. Esta primera es la evolución en el tiempo del escudo de la marca:



Esta es la que era la oficina real del Comendattore:



Ferrari sufría de un problema visual que le obligaba a llevar gafas de sol constantemente. En esta foto aparecen al lado de una cámara de fotos y una cinecámara:



En fin, utilizando la audioguía, la cual es gratuita, se le saca buen jugo al material expuesto. Lástima, repito, de aire acondicionado.

Venga, vamos al interior del museo nuevo. Hasta Enero de 2014 acoge una buena colección de coches de Formula 1. No pondré modelos, que seguro que os los sabeis todos.















Este os suena seguro:





































Volvemos a Maranello. Fotografiamos el túnel de viento y metemos el objetivo de la cámara lo que podemos desde las vallas. Una última foto y para el hotel.









Llegamos al hotel y pedimos que nos suban la cena a la habitación. Por hoy no damos para más. Mañana salimos para Florencia y conviene restaurar las energías.